martes, 3 de mayo de 2011

Jaque al rinoceronte africano por la caza furtiva

  • Los conservacionistas denuncian la matanza de 800 ejemplares en tres años                           

  • El valor de sus cuernos alcanza los 25.000 euros por kilo en el mercado negro
Los rinocerontes africanos son una de las especies más amenazadas del continente negro y afrontan "la peor crisis de las últimas décadas por la caza furtiva", según advierten las asociaciones protectoras de estos animales.

Los conservacionistas denuncian que los cazadores han matado más de 800 ejemplares en los últimos tres años para vender sus cuernos en el mercado negro donde pueden alcanzar los 25.000 euros por kilo.

Los expertos temen que el incremento de esta práctica ilegal dificulte los recientes esfuerzos para estabilizar -y aumentar, en último caso- las poblaciones de rinoceronte blanco y negro, según recoge la BBC.

"A pesar de la buena gestión biológica y la lucha contra la caza furtiva que han provocado un ligero aumento de las dos especies de rinocerontes en África, todavía estamos muy preocupados", señala Richard Emslie, miembro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

"Si no paramos la rápida escalada de la caza furtiva en los últimos años, el número de rinocerontes podría volver a disminuir", añade Emslie.

En 'peligro crítico' y 'casi amenazado'

El más amenazado es el rinoceronte negro (Diceros Bicornis), en peligro crítico de extinción. Se estima que su población total es de 4.840 ejemplares y casi todos están distribuidos al sur del continente africano.

El rinoceronte blanco (Ceratotherium simum) también está amenazado, aunque quedan alrededor de 20.000 especímenes.

A pesar de esta cifra, la especie está catalogada como 'animal casi amenazado' por la UICN, como consecuencia del alto nivel de caza furtiva.

Según las estimaciones de los ecologistas el año pasado se cazaron ilegalmente 333 ejemplares en Sudáfrica. Y en lo que va de año ya han muerto otros 70 animales.

Ni siquiera las patrullas especiales para proteger a los rinocerontes han podido frenar la escalada del furtivismo. Además, la creciente demanda de sus cuernos -empleados en la medicina tradicional asiática- ha impulsado el crecimiento de esta práctica ilegal

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